No es ni mucho menos tan llama- tivo como el llamativo superde- portivo R8, pero comparten mo- tor. No es un coupé agresivo con el que epatar en la puerta de los clubes de moda, y por lo tanto no está pensando para fardar. No es un coche de carreras ni de rally- es, pero es muy rápido, tanto que sus límites no están al alcance de cualquiera. Y no porque sea difícil de conducir, si no porque el RS5 es una máquina sólo para aquellos que han comprendido que lo mejor y lo más eficiente no tiene por qué ser ni escandaloso, ni incómodo, ni nada. El RS5 es el equilibrio perfecto entre un gran deportivo y un coche discreto, útil y con cierto nivel de comodidad para viajar