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Toyota RAV4: Ahora sólo como híbrido

El nuevo Toyota RAV4 ya está a la venta en España, con precios que parten desde los 35.100 euros(aplicando el descuento directo de promoción). La quinta generación del SUV japonés sólo estará disponible en nuestro país en su variante híbrida, ya sea con tracción delantera o 4x4, de modo que se convierte en rival directo y casi único del Honda CR-V Hybrid . Ya hemos podido probar por primera vez el Toyota RAV4, y en este artículo os traemos nuestras primeras impresiones de conducción.

Renovado al son de los tiempos

Resultado de imagen de Toyota RAV4
Ya en su quinta generación, el Toyota RAV4 refuerza su imagen de SUV y su alma de híbrido.

Cuesta creerlo, pero el Toyota RAV4 acumula veinticinco años de historia. Puede que con el tiempo haya aumentado de tamaño y perdido cualidades para circular fuera del asfalto, pero tampoco podemos negar que el SUV compacto de Toyota ha sabido adecuarse a las demandas del mercado.

En la actualidad, los clientes ya no buscan SUV de 3 puertas -variante de carrocería que el RAV4 dejó atrás en su tercera generación-, ni quieren llevar una rueda de repuesto sobre un portón de apertura lateral -aspecto corregido en la cuarta generación- y tampoco suelen conducir por terrenos complicados -aunque siempre se ha ofrecido y se sigue ofreciendo la tracción total-. Lo que sí se están planteando cada vez más los posibles compradores es qué sistema de propulsión elegir para su coche: los híbridos están en boga; y si algo ha hecho bien Toyota en este último lustro, ha sido asociar su marca al concepto de coche híbrido. Tanto es así que, si queremos comprar un nuevo RAV4, no tiene sentido buscarlo ni en diésel ni en gasolina: bienvenidos al Toyota RAV4 Hybrid.

El nuevo modelo exhibe una carrocería más angulosa y actual.

Después hablaremos del sistema híbrido, pero mejor empecemos repasando qué novedades nos trae la quinta generación del RAV4. La más evidente es su diseño exterior, plenamente renovado para adaptarse a los gustos del mercado europeo. Salta a la vista cómo se ha apostado por elevar el nivel de agresividad visual, luciendo un frontal más aguerrido con parrilla “enfadada”, un capó muy plano, una silueta más compacta, unos pasos de rueda angulosos; y también a través de una zaga contundente, que recurre a una luneta inclinada y unas ópticas estiradas para incrementar la impresión de anchura. El dinamismo de su estética culmina con unas salidas de escape cromadas, redondas y… auténticas.

El nuevo RAV4 adopta la plataforma TNGA GA-K, variante de mayor tamaño que la empleada por los PriusC-HR y Corolla, y que el RAV4 compartirá (asumiendo las variaciones preceptivas) con el nuevo Camry. Esta arquitectura aporta mejoras en cuanto a modularidad, rigidez estructural, estabilidad y reparto de pesos; y pese a ello, las dimensiones exteriores del RAV4 apenas han cambiado: ahora es medio centímetro más corto (4,60 m en total), 1 cm más ancho (1,86 m), 1 cm más bajo (1,69 m). La reducción de los voladizos permite que la distancia entre ejes crezca en 3 cm (ahora es de 2,69 m). También crece un poco la distancia libre al suelo, que es ahora de 19 cm.

El habitáculo es algo más amplio, con un puesto de conducción reinterpretado para bien.

El habitáculo ha cambiado por completo; y se nota desde que nos sentamos en el puesto de conducción. El diseño del salpicadero me parece mucho más racional y acertado, gracias a la correcta distribución de elementos y controles. El cuadro de instrumentos es analógico, con una pantalla digital de 4,2 pulgadas en su centro, y el clásico cuentarrevoluciones da paso a un indicador de gestión de energía. La pantalla táctil central de hasta 8” se sitúa a modo de tablet, de manera que pierde integración en el salpicadero pero ofrece una mejor visibilidad. Me agrada la presencia de botones físicos y mandos giratorios, no sólo aquí sino también para la climatización. Un extra interesante es el retrovisor interior con pantalla digital, que mediante un sencillo mando podemos alternar con el espejo de toda la vida y que, gracias a la cámara situada en la luneta trasera, nos permite vigilar nuestro entorno cuando llevemos el coche cargado de pasajeros o de carga.

 

Un práctico "gadget" opcional es el espejo retrovisor con pantalla digital: útil cuando llevamos el coche a plena carga.

La consola central es más ancha y concede más espacio para el portabebidas y el cofre central con reposabrazos; ahora, además, puede alojar una base de carga inalámbrica para teléfonos móviles. También se ha dispuesto una fina bandeja sobre la guantera para alojar algún otro teléfono, por ejemplo, y también se ha dicho adiós al saliente del salpicadero que sólo servía para que nuestro acompañante golpease con su rodilla izquierda. Hablando de ergonomía, el asiento del conductor queda 1,5 cm más abajo y el ajuste de profundidad del volante es superior en un 50 por ciento.

Nuestros pasajeros se benefician del mayor ángulo de apertura de las puertas, de una banqueta 4 cm más ancha y de la mayor facilidad para situar los pies bajo el asiento delantero. La sensación de amplitud y visibilidad han dado un paso adelante; y si nos atrevemos a comparar al RAV4 con su hermano menor C-HR, la diferencia es abismal en este apartado.

Nada menos que 79 litros ha ganado su maletero, que ahora presume de ofrecer 580 l de capacidad.

El rediseño del vehículo ha traído consigo una clara ampliación del maletero. Ahora cuenta con 6 cm más de fondo y ofrece 79 litros más de capacidad hasta alcanzar los 580 litros en total, estupenda cifra para un SUV de este segmento -la marca se atreve a afirmar incluso que podemos guardar una bicicleta de montaña sin desmontar una rueda-. Podemos situar a dos alturas el piso del maletero; bajo éste disponemos de varios espacios donde dejar objetos, así como de un kit antipinchazos porque no viene de serie una rueda de repuesto.

Toyota evoluciona -e insiste- con su tecnología híbrida

Su motor térmico ha crecido hasta los 2.5 litros, y la potencia total del sistema supera hasta en 20 CV a la anterior.

Pasemos ahora a cuestiones dinámicas. La quinta generación del RAV4 estrena a su vez la cuarta generación del sistema híbrido de Toyota. Como siempre tenemos un motor de gasolina atmosférico y de Ciclo Atkinson, un motor eléctrico (siendo dos en la versión 4WD-i, destinando uno al eje trasero), una transmisión CVT y una batería de hidruro de níquel; pero tanto estos elementos como los restantes han sido actualizados. El motor térmico eleva su cilindrada hasta los 2.5 litros, y en combinación con el eléctrico puede entregar 222 CV de potencia en la versión 4x4 y 218 CV en la de tracción delantera. Además, el propulsor eléctrico trasero presente en el modelo de tracción total es capaz de entregar un 30% más de par.

Las emisiones de CO2 se quedan en sólo 100 g/km según el ciclo NEDC correlacionado, mientras que los consumos, siempre según este ciclo, marcan una media de 4,5 l/100 km.

Durante la jornada de presentación internacional, organizada por Toyota en Barcelona, pude conducir las dos versiones del RAV4. Empezamos por la mañana con la variante de tracción delantera, a cuyo volante hicimos un recorrido por la Ciudad Condal para, seguidamente, dirigirnos hasta Callús, en el interior de la provincia. Del sistema híbrido puedo decir que, tal y como se prometía, supone una importante mejora sobre el esquema conocido, con sus virtudes y carencias.

La buena noticia es que se ha dado mayor protagonismo al motor eléctrico en las fases de aceleración; y no me refiero únicamente al modo de conducción EV, que apenas parece haber variada ni en rendimiento ni en autonomía (mínima en cualquier híbrido convencional) sino a cuando actúa como apoyo del motor de gasolina. Por supuesto, contar con un propulsor térmico de mayor cilindrada eleva su empuje a bajo y medio régimen, pero el eléctrico hace su parte colaborando en la inmediatez de la respuesta al acelerador. Poniéndolo de forma sencilla: el empuje se nota más “lleno” en toda circunstancia.

El modelo 4x2 entrega 218 CV, y el de tracción total, 222 CV. Empuje no nos va a faltar.

Además, el aumento de potencia sirve para dar cierta alegría a la conducción en carretera; y sin duda los 218 CV con que contamos (222 CV en el modelo 4x4) se muestran más que suficientes para este SUV. Hasta aquí todo bien; pero en mi opinión, el eslabón débil del sistema híbrido de Toyota está en insistir con la transmisión por variador. Cierto es que en este nuevo modelo no se hace tan frecuente esa impresión de acelerar en vacío, pero aunque sí se ha mejorado la respuesta al pedal derecho, las subidas y bajadas de régimen del motor siguen llevando -aunque menos- al desconcierto. Es mi impresión personal y, sin embargo, una bastante compartida.

Cambiando de tercio, la adopción de la plataforma TGNA le ha sentado muy bien al RAV4. En estos primeros kilómetros de prueba, el chasis se ha mostrado más firme, confortable y eficaz al mismo tiempo; no es un equilibrio fácil de encontrar, pero la mayor rigidez estructural ha permitido “jugar” más con las suspensiones para lograr un tacto general bastante satisfactorio considerando el peso extra que aporta la tecnología híbrida. No vamos a olvidar que un SUV difícilmente igualará el dinamismo de una berlina, ni mucho menos; pero sin salir de aquella premisa, el nuevo RAV4 parece ser un buen “SUV de carretera”.

¿Y fuera de ella? Para darnos respuesta, la organización nos preparó una ruta off-road por la montaña, al volante del modelo 4WD-i. El recorrido era bastante sencillo en su conjunto, con pistas estrechas pero no muy rotas; pero muchos tramos estaban totalmente embarrados, y algunos de ellos con notable pendiente en bajada. Aquí son clave los neumáticos, desde luego, y los del RAV4 son de carretera y de verano; pero no es menos importante contar con un sistema de tracción total que permita mantener el avance. En este Toyota, el eje posterior es movido por un motor eléctrico, gobernado como el resto por una centralita electrónica; pero la verdadera novedad en el nuevo RAV4 -y gran carencia del anterior- es la tecnología de emulación de diferencial trasero que se ocupa de frenar la rueda que se quede en el aire y destinar todo el par a la rueda opuesta. Para activar este diferencial electrónico, basta pulsar el botón ‘Trail’ presente en la consola central.

Como dije, la pista era sencilla y no pudimos hacer cruce de puentes para comprobar la efectividad de esta tecnología; pero al menos sí constatamos que en situaciones de adherencia casi nula, siempre notamos empuje en las ruedas traseras. Esperaremos, pues, a una prueba más completa para evaluar adecuadamente las aptitudes del sistema 4x4.

Equipamiento y precios para España

El conjunto de tecnologías de seguridad activa Safety Sense amplía sus capacidades y el alcance de sus sensores. Así, han sido actualizados el sistema de pre-colisión (con detección de peatones y ahora también ciclistas), el control de crucero adaptativo, el avisador de cambio de carril con asistente de mantenimiento, el reconocimiento de señales de tráfico y el asistente de luces de carretera. Llegan también el asistente de mantenimiento de trayectoria y la citada cámara de retrovisión.

La marca ofrece para el mercado español cuatro niveles de acabado. El nivel Advance, del que Toyota espera el grueso de las ventas, incorpora llantas de 18”, barras de techo, sensores de aparcamiento traseros, cristales oscurecidos, pantalla de 8”, cámara trasera y cargador inalámbrico; sobre lo anterior, Advance Plus suma la tapicería de cuero sintético, entrada sin llave, portón eléctrico y sensores de aparcamiento frontales. El RAV4 Feel! trae pintura bi-tono, llantas negras, faros LED, tapicería de piel y tela, asientos calefactados y levas de cambio, mientras que el “tope de gama” Luxury incluye de serie portón trasero con función manos libres, asientos eléctricos con tapicería de cuero, retrovisor interior digital, navegador, visión 360º, monitor de ángulo muerto y alerta de tráfico trasero. El techo panorámico practicable es opcional y cuesta 1.300 euros; la tracción total AWD-i añade 3.000 euros al precio del vehículo.

Con el descuento de promoción, la lista de precios queda como sigue:

Toyota RAV4 Hybrid Advance 31.800 €
Toyota RAV4 Hybrid Advance Plus 33.600 €
Toyota RAV4 Hybrid Feel! 35.100 €
Toyota RAV4 Hybrid Luxury 37.800 €
Toyota RAV4 AWD-i Hybrid Advance 34.800 €
Toyota RAV4 AWD-i Hybrid Advance Plus 36.600 €
Toyota RAV4 AWD-i Hybrid Feel! 38.100 €
Toyota RAV4 AWD-i Hybrid Luxury 40.800 €