El Renault Mégane lanzó su cuarta generación en el año 2016 manteniendo la fórmula que convirtió a su antecesor en todo un éxito de ventas. Aquí analizamos sus principales claves.
La cuarta generación del Renault Mégane se puso a la venta a principios 2016. Se trata de un compacto disponible con dos carrocerías: una de cinco puertas de 4,36 metros; y un práctico familiar denominado Sport Tourer de 4,62 metros. Además, en principio, la marca tiene previsto ampliar la gama con un sedán de cuatro puertas -en la anterior generación se llamó Fluence–.
De esta forma, el Mégane compite dentro de su segmento con modelos como el Volkswagen Golf, el Opel Astra, el Hyundai i30, el Ford Focus, el Peugeot 308, el Mazda 3, el Toyota Auris o el Honda Civic.
La gama del Renault Mégane es muy completa, con hasta siete niveles de acabado diferentes. De esta forma, se ordenan de la siguiente manera: Life, Tech Road, Zen, Bosé, GT-Line, GT y R.S.; este último exclusivo para la variante más deportiva. Desde el más básico, el equipamiento de serie está compuesto por llantas de 15", Bluetooth, aire acondicionado, mandos en el volante o el control de crucero. El Mégane puede contar con una extensa cantidad de ayudas a la conducción, como control de crucero adaptativo, alerta por cambio involuntario de carril, proyección de datos sobre el parabrisas o detección de objetos en el ángulo muerto de los retrovisores.
Renault Mégane: así es por dentro
En lo que respecta al interior, el Renault Mégane no es de los mejores en cuanto a espacio para las piernas y está en la media por altura disponible en la parte posterior. Si hablamos del maletero, en el caso del cinco puertas está en la media del segmento, con una capacidad de 384 litros.
Si necesitas más habitabilidad, lo mejor es que optes por la variante familiar Sport Tourer ya que, gracias a su mayor distancia entre ejes –en concreto, 5 cm más–, procura un espacio superior para los ocupantes. Además, la carrocería es casi 27 cm más larga, lo que se traduce en un maletero que aumenta hasta los 521 litros, con una boca de carga más cercana al suelo que facilita la introducción del equipaje.
La calidad general es buena gracias al uso de materiales agradables al tacto, además de que los mandos transmiten bastante solidez. Tan sólo la pantalla táctil central ofrece un manejo, en ocasiones, mejorable... sobre todo en cuanto a rapidez de proceso.
Renault Mégane: estos son sus motores
La oferta mecánica es muy amplia, puesto que la marca francesa ofrece cuatro motores gasolina y cuatro diésel. De esta forma, los primeros son un 1.2 turbo de 100 CV o 130 CV, un 1.6 turbo de 205 CV –asociado al acabado GT– y un 1.8 turbo de 280 CV –exclusivo de la variante deportiva R.S.–. En lo referente a los diésel, la oferta gira en torno a dos bloques. El primero es el conocido 1.5 dCi con 90 o 110 CV; el segundo es un nuevo 1.6 dCi con 130 o 165 CV.
La caja de cambios de serie es siempre manual de seis velocidades, excepto en el 1.6 turbo de 205 CV y el 1.6 dCi de 165 CV, ambos asociados a una transmisión automática de doble embrague y seis marchas. También se pueden elegir el cambio automático de manera opcional vinculado al 1.2 turbo de 130 CV y el 1.5 dCi de 110 CV. La tracción es siempre a las ruedas delanteras.
Equilibrado en marcha
En general, el Mégane es un coche equilibrado, porque resulta cómodo en autopista y bastante eficaz en carreteras sinuosas, además de contar con una suspensión que absorbe con eficacia las irregularidades del asfalto. Es cierto que la dirección ofrece un tacto algo ligero y artificial, o que el cambio de marchas manual cuenta con unos recorridos de palanca algo largos pero, en conjunto, no desentona en ningún aspecto dinámico en comparación con sus competidores.
En cualquier caso, lo más recomendable es que te decantes por cualquiera de las dos variantes con 130 CV... en función del número de kilómetros que realices al año. De esta forma, siempre que recorras menos de 20.000 km/año, es más aconsejable la variante de gasolina. En caso contrario, el diésel resulta más adecuado.
Cualquiera de los dos ofrecen prestaciones suficientes, un funcionamiento bastante refinado y el consumo en ningún caso se dispara –en el 1.2 turbo no es complicado moverse en los 7,0 litros/100 km de media y, en el caso del 1.6 diésel, el gasto medio ronda los 5,5 litros/100 km–.
- Lo mejor: Equilibrio general, gama de motores amplia y competente.
- Lo peor: Espacio trasero mejorable en la versión de cinco puertas.
Versión recomendada: Renault Mégane TCe 130
Motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, 1.198 cc |
Potencia | 130 CV a 5.500 rpm |
Par | 205 Nm a 2.000 rpm |
Largo / ancho / alto | 4,35 m / 1,81 m / 1,44 m |
Velocidad máxima | 197 km/h |
0-100 km/h | 10,6 segundos |
Consumo mixto | 5,3 l/100 km |
Emisiones | 119 g CO2/km |
Maletero | 384 litros |
Peso | 1.205 kg |
Cambio | Manual, 6 velocidades |
Tracción | Delantera |